Escuela Ramón Belmar: Directora impide ingreso de padres a Licenciatura de sus hijos

viernes, 21 de diciembre de 2007

Durante muchos días no había podido escribir sinceramente por falta de tiempo. Sin embargo, ayer ocurrió algo que no puedo dejar de publicar.

Asistimos con mi polola (novia, para algún extranjero) a la Licenciatura de Octavo Año de su hermanita. Ella estudia el colegio Ramón Belmar Saldias E-503 de Linares y el evento se realizó en el Gimnasio de dicho lugar.
No se nos permitió el ingreso ya que solamente los padres podían ingresar. Eso lo entiendo perfectamente y no emitiré juicio sobre eso.

Sin embargo, hasta el lugar llegó también Michael Concha Salvo en compañía de su esposa, para presenciar la Licenciatura de su hijo Michael. La joven pareja llegó hasta el lugar con su bebé de 7 meses ya que no tenían donde dejarlo.
Sin embargo, la directora del colegio no les permitió la entrada ya que consideró que el bebé sería “una molestia en la Licenciatura”.
Michael Concha salvo es una figura emblemática en el colegio. Ha sido presidente de los apoderados por 9 años. Es una persona valorada y querida tanto por los alumnos como por los apoderados”
Ante tal situación, padres y alumnos trataron de interceder ante la directora. Se le ofrecieron diferentes soluciones. Varias apoderadas ofrecieron quedarse en una sala acompañando al bebé. Se le dijo a la directora que si el bebé molestaba en la Licenciatura el total de apoderadas se retirarían para cuidar entre todas al bebé.
La directora amenazó con no licenciar a ninguno de los alumnos si seguían insistiendo.
La situación llego al extremo que incluso le dijo a la profesora jefe del curso que si esto continuaba, al año siguiente “usted no estará trabajando aquí”.
El Gimnasio que da hacia la calle, esta cerrado solo con una malla de alambre. Detrás de esa reja debieron permanecer Michael Concha Salvo, su esposa y bebé para presenciar, entre los alambres la Licenciatura de su otro hijo.

Al finalizar el evento los apoderados habían preparado un coctel al interior de una de las salas. Los apoderados, lógicamente solidarizaron con Michael Concha y lo invitaron a pasar. Nuevamente hubo problemas ya que la directora se opuso.
Ante la nueva negativa, los apoderados se llevaron hasta la calle el coctel completo para compartirlo con el apoderado que no ocultaba su tristeza e impotencia.
En medio del improvisado coctel me enteré que no es primera vez que tienen problemas con la directora. Ya en otras ocasiones han pasado malos ratos por su causa. Incluso en la Licenciatura ocurrieron otras dos situaciones un poco menos notorias, pero no menos graves:

La primera de ellas trata de una señora que se fue llorando hacia la calle. La razón: es la madre de un alumno de octavo, que también se licenciaba. Ella vive y trabaja en Santiago y viajó especialmente a presenciar la licenciatura de su hijo. Sin embargo la directora no le permitió el ingreso ya que no había ido a reuniones durante el año.

La segunda es la que aqueja a Erika Cea y su esposo, quienes asistieron a la licenciatura de su hijo, Yerko Carrasco. Como la pareja tiene otro hijo, que también estudia en el colegio, tuvieron que ir con el ya que no sabían donde dejarlo y, teniendo solamente 9 años no se arriesgaron a dejarlo solo en casa.
La directora les impidió la entrada a menos que dejaran al niño afuera, en la calle. Los padres ofuscados, lo dejaron, sabiendo que a través de las rejas igual lo verían y que su otro hijo contaba con la presencia de sus padres.
Erika Cea me contó que están muy cansados de esta directora que legó hace 4 años al colegio. En palabras de Erika,
...el colegio se echó a perder. Ella (la directora) ocupa los fondos del Centro de Padres para sus propios gastos o para cosas que jamás justifica. En ocasiones los alumnos son maltratados verbalmente y cuando ellos lo comentan a sus padres, la directora se lava las manos diciendo que los alumnos mienten...
A estas alturas lo curioso es que existan tantos “mentirosos”.
Erika me comentó además que han presentado innumerables reclamos, pero que nadie hace nada. Han hablado al DAEM y no han recibido ninguna respuesta satisfactoria.

Al finalizar el coctel, la mesa que sacaron del colegio para dicha finalidad, fue devuelta a la sala de clases y todo quedó en orden.
Sin embargo para un grupo de personas, lo que debió haber sido una fiesta se transformó en un instante amargo. Más importante aún, los alumnos pasaron un momento triste, especialmente el pequeño Michael en un día que debió haber sido uno de los más felices de su vida.

Las personas que aquí he mencionado me han autorizado a dar a conocer sus nombres y su testimonio. Yo solamente he querido publicarlo para el conocimiento público sumándome al malestar de los apoderados ante tal injusticia.